Sari Liimatta

Silvia Micolau 26, Junio, 2009

 

En el colegio, a Sari Liimatta (Lappeenranta, Finlandia, 1977) le gustaban las asignaturas de biología, dibujo y música. Durante su infancia pasó mucho tiempo en un área fabril abandonada y en el bosque circundante, dedicada a enterrar pájaros y ratones muertos, y tratando de sanar plantas y árboles enfermos.

Veraneaba en las islas con sus padres y sus dos hermanas, y recogía piedras y otros tesoros de las costas. Quiso ser veterinaria, pero al final se decidió por la joyería, y estudió en la South Carelia Polytechnic de su ciudad, y después en la Gerrit Rietveld Academie de Ámsterdam.

Ahora trabaja en casa, o vive en su lugar de trabajo, como dice sentir, y en sus ratos libres lee, principalmente historia del arte, biología y física nuclear. Disciplinas que cree que le proporcionan un tipo de visión para ver o encontrar.

Con su obra, cuestiona el estatus que algunas especies animales tienen en nuestra cultura, y su silencioso poder. Son figuras de juguete, generalmente de plástico, atravesadas con alfileres, una técnica con la que consigue resultados espectaculares.

Las cabezas de las agujas suelen ser de ámbar, cristal o piedra. El cristal le resulta fascinante porque, pese a ser un material frío, se necesita mucho calor para generarlo. Hay que manipularlo con cuidado porque puede causar heridas, y representa una combinación muy especial de fragilidad y potencia escondida. Las piedras, por otro lado, remiten a los conceptos de estabilidad, naturaleza en estado puro y originalidad, y con el plástico habla de la corrupción, la explotación arrogante y la destrucción inevitable que existen entre nosotros y a nuestro alrededor.

Sus últimas creaciones, los llaveros que te mostramos bajo estas líneas.

A la venta en Klimt02 | Gallery (Còrsega, 317, principal 2ª. Barcelona).

 

 

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